Los electores de Lituania se decantaron por la reelección del conservador Gitanas Nauseda como presidente del país. El escrutinio del voto avanzado en los puestos habilitados o por correo, que representa cerca del 30 % del total, apunta a que el actual jefe del Estado obtuvo cerca del 80 % de los votos en las presidenciales celebradas este domingo, según la televisión pública LRT.
Nauseda se enfrentaba en esta segunda vuelta a la primera ministra, Ingrida Simonyte. Ambos políticos comparten una profunda convicción atlantista y defienden la línea de la máxima solidaridad hacia Ucrania, además del empeño en reforzar las fronteras del flanco este de la OTAN. Nauseda contaba a su favor con la experiencia en el cargo, que es de carácter representativo, pero con competencias en política exterior y de defensa.
Ya en la primera vuelta de los comicios se vio un claro dominio del conservador Nauseda, en el cargo desde 2019, quien recibió el apoyo del 44 % de los votantes. Simonyte, primera ministra desde 2000, se quedó a menos de la mitad, con un 20 %.
Lituania, como Estonia y Letonia, ingresaron en la Unión Europea (UE) y la OTAN hace veinte años desde su posición de antiguas repúblicas soviéticas. La invasión de Ucrania les ratificó en sus advertencias históricas contra el autoritarismo ruso y, más recientemente, contra las ansias expansionistas del presidente Vladímir Putin.
Nauseda, de 60 años, representa para sus compatriotas la solidez y la moderación. A escala internacional, se consolidó como líder del flanco báltico al ejercer de anfitrión en la cumbre de la OTAN de 2023, celebrada en la capital lituana, Vilna.
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No hay grandes diferencias entre Nauseda y Simonyte en cuanto a política exterior y el compromiso compartido por aumentar el gasto militar al 3% del PIB. Lituania, con 2,5 millones de electores, tiene un papel clave en el flanco este de la OTAN. Comparte frontera terrestre con el enclave ruso de Kaliningrado y con Bielorrusia, además de con Letonia y Polonia, por parte de sus aliados occidentales. Aspira al estacionamiento permanente de unos 5.000 soldados alemanes en su territorio para reforzar su defensa, una avanzadilla de los cuales empezó a desplegarse hace unos meses. De cara a la próxima cumbre de la OTAN en Washington, defiende junto con Estonia y Letonia un aumento al 2,5 % del PIB como umbral mínimo de gasto en Defensa. Actualmente el compromiso es de situarse en el 2%, lo que por el momento cumplen aproximadamente la mitad de los países miembros de la organización.