Son muchos los actores del mundo del fútbol -incluso algunos de la propia plantilla del Barça- que están esperando el desenlace respecto al cargo de entrenador en el conjunto azulgrana. Desde el club siguen deslizando que la idea del presidente Joan Laporta sería relevar a Xavi Hernández, aunque también lo era en abril y finalmente el egarense quedó ratificado. Siguiendo desde la distancia el ‘thriller’ se encuentra Guido Rodríguez, centrocampista del Betis al que el Barça tiene verbalmente atado tal como adelantó SPORT.
Semanas atrás, el club catalán y el entorno del jugador se pusieron de acuerdo de cara a un contrato por dos temporadas con una tercera opcional. Las partes lo dejaron todo encarrilado a la espera de una última ratificación un poco más adelante, cuando el Barça conociera los márgenes de ‘fair play’ de los que dispone. Guido llegaría como elemento de rotación en el lugar de un Oriol Romeu que abandonará la disciplina azulgrana. Al margen del argentino, al club le gustaría fichar a un pivote de todavía más caché.
Sin embargo, la luz verde definitiva a la incorporación de Guido podría ahora demorarse más de lo previsto o, quién sabe, incluso peligrar según cómo avancen los acontecimientos. Para el club, la posición está clara: el internacional argentino interesa sea quien sea el entrenador el próximo curso. Además, Xavi había validado la llegada del verdiblanco pero si se confirma la salida del egarense se abren escenarios que no se habían contemplado todavía.
Un técnico de fuera requeriría una reválida
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El jugador entiende que tanto el nombramiento de Rafa Márquez como la hipotética y parece que muy poco probable continuidad de Xavi supondrían una apuesta continuista -valga la redundancia- a nivel de proyecto, por lo que el centrocampista aterrizaría con el convencimiento de poder ser una figura de mucha utilidad.
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Sin embargo, sin finalmente el elegido fuera un técnico de la llamada ‘escuela alemana’, es decir, Hansi Flick o Thomas Tuchel, el panorama sería algo menos claro desde la perspectiva del jugador. En ambos casos se trataría de un entrenador que llega de fuera, por lo que cabría la posibilidad de que su hoja de ruta en el pivote defensivo pasara por otras prioridades. Eso no significa que el fichaje de Guido vaya a quedar descartado si se ficha a Flick, Tuchel o cualquier otro técnico extranjero, pero sí haría falta el ‘OK’ del nuevo entrenador antes de que el todavía jugador del Betis desembarcara en Barcelona. A Guido le seduce e ilusiona la posibilidad de vestir la camiseta del Barça pero siempre sabiendo que el entrenador que haya le quiere en la plantilla.