Los especialistas recomiendan realizarse un análisis de sangre al menos una vez al año para poder conocer el estado de salud de nuestro cuerpo y, sobre todo, si todo funciona de forma correcta.
Y es que en una analítica se pueden comprobar:
- Los niveles de glóbulos rojos, blancos y plaquetas, colesterol, glucosa en sangre, hierro, enzimas tiroideas…
No obstante, hay pacientes que deben realizarse un chequeo general cada seis meses. Es el caso de los pacientes diabéticos, los mayores de 65 años, o aquellos con comorbilidades, es decir, que tienen dos o más enfermedades al mismo tiempo.
Esa frecuencia se puede reducir a los tres meses en embarazadas o personas con determinadas patologías que no están del todo controladas.
¿Los medicamentos alteran los resultados de una analítica de sangre?
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Es una de las cuestiones que más preocupan entre los pacientes que toman medicación a diario.
Y la realidad es que sí es importante comunicar tanto al médico como al laboratorio el tratamiento que se está siguiendo, para confirmar si va a interferir en los resultados del análisis sanguíneo.
- La toma de analgésicos y antiinflamatorios puede alterar las enzimas hepáticas (si el hígado está funcionando correctamente) o la creatina (medir funcionamiento de los riñones), como señalan desde SEMERGEN.
- Los corticoides orales, en cambio, pueden alterar al alza las cifras de glucemia, lo que podría indicar que se padece diabetes.
Ayuno antes de un análisis: ¿mito o verdad?
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El ayuno antes de una analítica de sangre es esencial.
- Los expertos indican que para un análisis sanguíneo normal el tiempo de ayuno debe ser en tornos 8-12 horas.
De no ser así, parámetros como la glucosa, el colesterol o los triglicéridos pueden aparecer alterados en los resultados.
- Así que lo recomendable es que la noche anterior se cene temprano, entre las 20 y las 21 horas, y se realice la extracción sanguínea a primera hora de la mañana.
Otra de las preguntas más repetidas entre los pacientes que se van a someter a un análisis de sangre es si se puede tomar agua antes de la prueba.
Como ya se ha comentado, respetar el ayuno es imprescindible para que los resultados obtenidos sean fiables y no estén alterados por la ingesta de alimentos durante las horas previas.
Pero, sin embargo, solo se refiere al consumo de alimentos sólidos y líquidos, tales como el café (con o sin azúcar), té… y no al agua. Durante el ayuno para la realización de una analítica de sangre se puede beber agua, en pequeñas cantidades y de forma moderada.
De lo contrario, se pueden ver alterado parámetros como:
- El recuento de hematíes (si es alta puede ser un signo de policitemia vera, una enfermedad de la médula ósea).
- La hemoglobina (que si el nivel es anormalmente bajo puede ser síntoma de una anemia, que puede traducirse en dificultad para respirar, fatiga, debilidad, piel pálida o manos y pies fríos).
¿Y qué pasa con el análisis de orina? ¿Hay que hacer ayuno?
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La recogida de la muestra de orina la realiza el propio paciente en su domicilio, por lo que no requiere ninguna preparación previa.
También se debe hacer un ayuno de unas ocho horas, entre la cena (a poder ser ligera) y primera hora de la mañana.
- Hay que recoger la primera orina de la mañana, evitando el primer chorro, con cuatro horas de retención mínima.
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Antes se debe realizar una higienización de los genitales y mantener la muestra refrigerada y llevarla al centro de salud a la mayor brevedad.