QUERIDA SEÑORITA MODALES: Desde hace muchos años, mi querida hermana tiene la costumbre de dejar la ropa mojada en la lavadora durante mucho tiempo antes de pasarla a la secadora.
Esto provoca un olor constante a moho en todas sus telas. Siempre notamos el olor en las toallas y la ropa de cama cuando visitamos.
Nunca fue un gran problema, pero ahora su hijo está creciendo y suda bastante. Gracias a lo que podríamos llamar el “efecto perro mojado”, siempre apesta a ropa mohosa.
Por su bien (y por el de ella), ¿cómo puedo convencerla de que cambie sus hábitos de lavado sin herir los sentimientos de nadie?
AMABLE LECTOR: Criticar la técnica de lavandería de otra persona no está estrictamente dentro de los límites de la buena etiqueta, pero a Miss Manners le gustan los desafíos ocasionales.
Hablar sobre lo que “nosotros” (en lugar de “yo”) hemos notado y llamarla querida hermana solo alertará a tu hermano de que algo está pasando.
Pero abordar el tema de su hijo es un buen comienzo. Y tener como objetivo no herir los sentimientos de nadie es clave.
Una historia informal acerca de haber tenido el mismo problema y haber encontrado una solución (para su propio hijo (suponiendo que tenga uno) o para un amigo (si no) eliminará aún más cualquier crítica implícita. Por supuesto, todo esto quedará en nada si usted ha planteado el problema en años pasados sin efecto.
QUERIDA SEÑORITA MODALES: Muchas veces he experimentado la situación en la que alguien bloquea completamente el pasillo de una tienda con su carrito de compras.
Me ven venir y o hacen a un lado su canasta para dejarme pasar o tengo que decir: “Disculpe”, y luego la mueven.
Algunas personas dicen “Lo siento” por bloquearme, pero otras murmuran un sarcástico “De nada” mientras paso, aparentemente porque no les digo “Gracias” por sus esfuerzos.
Siento que no debería tener que darles las gracias por corregir una situación que ellos provocaron desde el principio. Los buenos modales requerirían, en primer lugar, no bloquear el pasillo.
Esto me pasa a menudo. ¿Qué sugieres?
AMABLE LECTOR: Seis palabras: “Disculpe. Gracias. De nada.” Y sólo tienes que decir cuatro de ellos.
El punto de vista de la señorita Manners es que estar tan enojada (y tacaña) acerca de cuándo repartir tales bondades está por debajo de ti.
Si el carrito de alguien está bloqueando el pasillo, supongamos que fue un momento de desconsideración, no un complot nefasto, y que decir “Disculpe” no le cuesta nada.
Es cierto que podemos prescindir de un sarcástico “De nada” si nos olvidamos de dar las gracias, pero no lo olvidemos. Hará del mundo un lugar un poco menos abrasivo.
QUERIDA SEÑORITA MODALES: Cinco personas salen a cenar. Dos de ellos tienen un interés especial en algo que los otros tres no. ¿Es de buena educación que esas dos personas tengan una conversación paralela?
AMABLE LECTOR: Sí, siempre y cuando los dos estén sentados juntos y conversando entre sí, no con sus teléfonos celulares.
Envíe sus preguntas a Miss Manners en su sitio web, www.missmanners.com; a su correo electrónico, dearmissmanners@gmail.com; o por correo postal a Miss Manners, Andrews McMeel Syndication, 1130 Walnut St., Kansas City, MO 64106.