El atletismo ha sido el deporte estrella para España en los Juegos de París con dos oros (Jordan Díaz en triple y el relevo mixto de marcha con Álvaro Martín y María Pérez) más la plata de la andaluza y el bronce del extremeño en los 20 km marcha. En total, dos oros y cuatro medallas.
Además de la cuarta posición de Quique Llopis en 110 vallas y la quinta de Mohamed Attaoui en 800, el Stade de France vivió cuatro superlativas actuaciones de atletas españolas que han subido al podio de la competitividad.
La más reputada es Marta Pérez. La soriana, quien había sido novena hace tres años en Tokio, no logró clasificarse para la final de 1.500 metros en una semifinal durísima en la que se pasó por los 800 metros por debajo de 2:06 con una de las grandes derrotadas de la cita parisina al mando, la etíope Gudaf Tsegay.
La discípula de Antonio Serrano llegaba a París con la tercera mejor marca española de siempre (4:00.12) tras la ‘recordwoman’ Natalia Rodríguez (3:59.51) y Esther Guerrero (3:59.51), ambas catalanas. Lejos de descolgarse, peleó hasta el final y detuvo el crono en unos espectaculares 3:57.75, casi dos segundos por debajo de la plusmarca española.
Graduada en Medicina, Marta Pérez estaba en una nube tras lograr una marca que la sitúa con opciones de competir en las reuniones más importantes de la Diamond League. “Hay mucho nivel. Yo estoy muy contenta con la marca, pero os aseguro que la cambiaría por correr la final“, dijo a la prensa española en París con una naturalidad que cautiva.
Sí corrió esa final una Águeda Marqués que peleó hasta el final para cumplir el criterio de competitividad de la Federación Española pese a que tenía la mínima y estaba dentro por ranking, ese invento sectario de World Athletics que prima a los atletas que pueden acceder a las grandes reuniones.
Su rendimiento en los Juegos ha sido increíble. La pupila de Arturo Martín llegaba a París con 4:03.90 como mejor marca del año y 12 centésimas menos como mejor registro personal. En las series no logró el billete para ‘semis’ en la mejor carrera de su vida con 4:01.60.
La segoviana volvió a la carga al día siguiente para clasificarse en la repesca (4:07.05) y por tercer día consecutivo volvió a correr con su segundo ‘sub 4:02 (4:01.90) para arrebatar la final en la parrilla a Esther Guerrero (4:01.94). En la final estuvo a punto de bajar de cuatro minutos (4:00.31, 11ª) y ya es la quinta española de siempre.
¿Y qué decir de Irene Sánchez-Escribano? Al igual que Águeda Marqués, tuvo que esperar al Campeonato de España para cumplir los criterios de la RFEA con la ayuda de su compañera y amiga Carolina Robles, una atleta con mayúsculas que la ayudó a lograr el registro requerido en La Nucía y se despidió de los obstáculos en París.
La toledana llegó a París con 9:24.47 como marca del año (9:20.04 como récord personal) y en las semifinales se clasificó con 9:17.39. En la final, la atleta entrenada por Antonio Serrano fue undécima con 9:10.49, a tan solo 110 centésimas del récord de España de Marta Domínguez.
Por último, Laura García-Caro volvió a demostrar su carácter competitivo y su calidad con una séptima plaza en los 20 km marcha dos meses después de dejar escapar el bronce en los Europeos de Roma cuando el año pasado a estas alturas no sabía si podría volver al atletismo por culpa del covid persistente.
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La ‘guerrera’ lepera dirigida por José Antonio Quintana se quedó fuera del segundo relevo mixto en una decisión extraña de la RFEA (los dos avisos en la prueba individual la condenaron), pero su año 2024 y su actuación en París han sido extraordinarios.
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