Más división en la ultraderecha a tres semanas de las elecciones europeas. Matteo Salvini, líder de la Liga, y Marine Le Pen, jefa de Reagrupamiento Nacional (RD), han anunciado su ruptura con Alternativa para Alemania (AfD), la principal formación de la extrema derecha alemana. “No estaremos más en el mismo grupo en el próximo mandato [del Parlamento europeo]”, ha asegurado Jordan Bardella, estrella naciente de RD y considerado el brazo derecho de Le Pen. “Han cruzado el límite”, han añadido fuentes de la formación francesa citadas por medios italianos. “Como siempre Salvini y Le Pen están alineados y están de acuerdo”, ha coincidido fuentes europeas del partido de Salvini.
El casus belli de la ruptura, que puede tener repercusiones más allá del distanciamiento en sí de las formaciones involucradas, ha sido posiblemente una entrevista de Maximilian Krah, cabeza de lista de AfD en los comicios europeos. En un diálogo con el diario italiano Repubblica, Krah afirmó que no todos los escuadrones de la muerte que operaban durante la Alemania nazi de Adolf Hitler, las sanguinarias SS, pueden ser considerados criminales de guerra. “Es un error generalizar. No todos los SS eran criminales de guerra”, dijo el alemán. Krah es el mismo eurodiputado alemán cuyas oficinas fueron registradas hace semanas tras que su asistente fuera acusado de haber espiado para China.
Hasta ahora, tanto la Liga como RD y AfD ha sido parte de Identidad y Democracia (ID), una de las coaliciones de la dividida constelación de formaciones de extrema derecha europea. Lo que queda por ver ahora es cuán lacerante será la consumación de la separación. Una posibilidad es que, después de las elecciones europeas, AfD sea expulsado de ID y pase al grupo de los ‘no inscriptos’, en el que se encuentran las formaciones que no pertenecen a ninguno de los grupos parlamentarios organizados en el Parlamento europeo. Otra alternativa es que ellos mismos, por voluntad propia, abandonen el ID.
Nuevas alianzas
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No obstante, este mismo miércoles diversos observadores en Italia también especulaban con la posibilidad de que este nuevo giro pueda allanar el camino para una alianza (o al menos, un acercamiento) de ID con otras formaciones de la derecha o extrema derecha en Bruselas. Además de ello, la líder francesa también podría haber tomado esta decisión como maniobra para aumentar sus chances para llegar al Elíseo. El cálculo político de Le Pen y Salvini, en cualquier caso, parece claro: si queremos más poder en Europa, no es posible compartir espacios con formaciones que tienen discursos tan radicales y los muestran sin complejos.
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[–>El camino a una alianza con la derecha menos incendiaria, sin embargo, también parece cuesta arriba. Un indicio ha llegado de Antonio Tajani, el ministro de Exteriores de Italia y líder de Forza Italia, partido que pertenece al grupo derechista europeo Partido Popular Europeo (PPE). “Con Salvini no tenemos problema alguno. Pero, con Le Pen, no compartimos muchas posturas sobre la Unión Europea y la OTAN”, advirtió Tajani.