Los trenes Avril (el AVE convencional), más veloces y amplios, ya comunican Asturias con Madrid. Este martes 21 la región ha dado un paso más con la segunda fase de la llegada de la alta velocidad tras la apertura de la Variante de Pajares del pasado 29 de noviembre. Hoy, los primeros convoyes 106, los conocidos ya como trenes Avril, empezaron a operar con viajeros. Su puesta en marcha supone un antes y un después por lo simbólico de estos trenes, que se llevan fabricando desde hace 2017 y sufrieron ya varios retrasos que provocaron todo tipo de choques políticos. Ahora ya son una realidad.
El primero de estos convoyes, el conocido tren madrugador, que tanto reclamaban los empresarios, salió desde Gijón a las 6.02, paró en Oviedo a las 6.30 y sigue su trayecto hasta Madrid, donde tiene que llegar a las 9.38 de la mañana. Había mucha expectación entre los viajeros. Muchos inmortalizaban el esperado momento. “Es una pasada, es el AVE real”, aseguraba un viajero en Oviedo. El primer Avril que saldrá desde la capital de España lo hará a las 6.58. Estos trenes dejarán Madrid de Oviedo en el entorno de las tres horas de viaje y además pueden albergar a 507 viajeros por los 299 actuales que entran en los Alvia, que seguirán operando.
“Es un día histórico para Asturias”, aseguró Mariano Santiso, gerente del área norte de Renfe, y a bordo del tren. “Es un gran paso”, concretó Alejandro Calvo, consejero de Fomento del Principado, que también viajó en el convoy. El tren iba hasta los topes, con 357 pasajeros que se subieron en Gijón y Oviedo. En total, en el convoy viajaban 501 viajeros. El primer Avril sobrepasó los trescientos kilómetros por hora poco después de atravesar la Variante, algo impensable para los Alvia.
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Como anécdota: hubo un pequeño apagón en León, que duró unos cinco minutos. El tren se apagó y se reinició. El convoy estuvo parado unos quince minutos. Los pasajeros que estaban a bordo comentaban las nuevas prestaciones del Avril respecto al Alvia. “Es más cómodo, pero vibra mucho”, aseguraba uno. “Huele a nuevo”, decía otro. Todos coincidían en lo moderno de estos trenes, con pantallas individuales, lo que no tienen los Alvia. “Es parecido a un avión”, concretaba un viajero.