Pecco Bagnaia y Jorge Martín saben bien lo que es jugarse el título mundial en la última carrera. El pasado curso, los dos pilotos de Ducati mantuvieron viva la lucha por la corona hasta el Gran Premio de Valencia, del que finalmente resultó vencedor el italiano. Con los mismos actores y prácticamente el mismo escenario, el Mundial de MotoGP 2024 afrontará en dos semanas la duodécima carrera de la temporada, un nuevo asalto en el que la batalla está más que asegurada.
Pasado el ecuador del calendario, y con aún diez Grandes Premios por delante, tan solo cinco puntos separan a Martín de Bagnaia en la clasificación general. El gran dominio del primero en las carreras sprint del sábado y la solidez del segundo en las pruebas del domingo, así como los diferentes errores cometidos por ambos en algunas citas, han propiciado que nos encontremos ante uno de los mundiales más reñidos de los últimos tiempos.
Mientras que Martín ha logrado sumar un total de 95 puntos en las carreras cortas del sábado y Bagnaia tan solo 57, en las pruebas del domingo la situación es muy diferente: con siete victorias en once grandes premios, el italiano ha sumado 218 puntos, por los 175 del español. Una igualdad en la que ninguno de los dos pilotos está dispuesto a ceder ni un solo punto.
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Ejemplo de ello es la situación del campeonato, cuyo liderato ha cambiado de manos hasta en seis ocasiones durante las once primeras carreras de la temporada. Pese a que Bagnaia llegó a estar a unos 39 puntos de Martín tras el Gran Premio de Barcelona, el de Turín logró ir reduciendo la distancia en las siguientes citas para finalmente recuperar el liderato en el Gran Premio de Alemania, justo antes del parón veraniego.
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Lo cierto es que Jorge y Pecco se conocen muy bien. Los que fueron compañeros de equipo durante las temporadas de 2015 y 2016 en la estructura de Jorge Martínez Aspar conocen a la perfección tanto los puntos fuertes como los débiles del otro, por lo que es imposible predecir quién tiene más oportunidades de convertirse en campeón a finales de temporada. Lo que sí que está claro es que ninguno de los dos está dispuesto a dar su brazo a torcer y que lucharán por la corona hasta que sea matemáticamente imposible.
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