A medida que el mundo crece y los avances tecnológicos se optimizan para mejorar las condiciones de vida, también aumenta el consumo global de recursos energéticos necesarios para hacer funcionar la maquinaria de los sistemas informáticos. La crisis energética ya se está sintiendo y los expertos estiman que será la próxima gran sequía que vivirá la humanidad.
A nivel mundial estamos en presencia de una nueva crisis derivada de la demanda exponencial de los modernos sistemas informáticos que consumen una cantidad alarmante de energía diariamente, lo que podría derivar en una escasez global de electricidad, informa Eco News.
Algunos expertos más pesimistas sostienen que gran parte del mundo (incluido Estados Unidos) podría retroceder unos 500 años al estilo de vida oscuro y hostil de la Edad Media si no asegura un sistema de energía renovable sólido para proporcionar nuevas fuentes de electricidad en caso de un apagón inminente.
Gran parte del mundo (incluido EEUU) podría retroceder unos 500 años al estilo de vida oscuro y hostil de la Edad Media
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Sin embargo, las medidas que se están adoptando para paliar la emergencia y optimizar el rendimiento del hardware para dotar de mayor capacidad a los sistemas informáticos van a la zaga de las innovaciones en software y el desarrollo de la inteligencia artificial. El panorama no es muy alentador.
Red eléctrica al borde del colapso
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La demanda energética es un factor clave en el mundo tecnológico actual, en el que cada sistema consume lo que le corresponde. Desde la movilidad hasta la industria, pasando por las comunicaciones y los servicios, todos y cada uno necesitan energía para funcionar.
La inteligencia artificial y los centros de datos que sustentan el enorme sistema informático son uno de los mayores retos a los que se enfrenta la red eléctrica mundial. Las últimas actualizaciones de los modelos generativos consumen 33 veces más energía que los sistemas algorítmicos tradicionales.
Empresas como Meta, Open AI, Google y X desarrollan cada día nuevos modelos de lenguaje que se utilizan en todo el mundo y que requieren cientos de miles de tarjetas gráficas o TPU que consumen cada vez más energía a medida que crecen en tamaño.
Los últimos modelos de aprendizaje automático predicen respuestas rápidas a millones de consultas simultáneas generando contenido desde cero. Este sistema consume cada vez más electricidad teniendo en cuenta que en 2022 era de 460 TWh y se espera que alcance más de 1.000 TWh en 2026
Mucha preocupación por el futuro
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Del mismo modo que Estados Unidos está preocupado, el operador de red británico National Grid estima que en los próximos 10 años la demanda de electricidad se multiplicará por seis, impulsada por el uso de inteligencia artificial, sistemas de calefacción y la masificación del transporte eléctrico.
Así lo expresa también Elon Musk, dueño de X y Tesla , quien ha asegurado que “la próxima escasez será de electricidad”. El magnate reconoce que la electricidad no será suficiente para hacer funcionar la cantidad de chips necesarios para operar la inteligencia artificial.
A pesar de sus esfuerzos por generar su propia energía renovable, uno de los hombres más ricos del mundo reconoce que la demanda de coches eléctricos también será responsable de la sequía energética. Y se trata de un problema que Estados Unidos aún no ha sido capaz de resolver.
En este contexto, Musk va un paso más allá y predice que comenzaremos a ver la crisis energética el próximo año al ritmo en que la inteligencia artificial avanza en un factor de 10 cada seis meses.
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Los esfuerzos de las empresas tecnológicas por actualizar el hardware suponen un alivio momentáneo, pero el rápido crecimiento de los sistemas informáticos exige cada vez más capacidad. La solución más pragmática en Estados Unidos son las instalaciones de energía renovable para el autoconsumo como las desarrolladas por Musk, pero también se prevén medidas más drásticas con el uso de la energía nuclear.
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