Documentos desclasificados han revelado que la agencia de espionaje estadounidense CIA, junto con el MI6 británico, planearon el golpe contratando agentes nacionales y extranjeros contra el gobierno legítimo de Irán para asegurar sus intereses y mantener su influencia y poder en Irán.
Estados Unidos y el Reino Unido estaban descontentos con Mosaddegh, que nacionalizó la industria petrolera de Irán y la arrebató del control occidental.
El complot provocó disturbios en las calles de Teherán, la capital iraní, y el arresto y derrocamiento de Mosaddegh, quien fue declarado culpable de traición por un consejo de guerra, cumplió tres años de aislamiento y finalmente murió bajo arresto domiciliario en el exilio en 1967.
Tras el golpe, el último Sha de Irán, Mohammad Reza Pahlavi, regresó del exilio y permaneció en el poder hasta la victoria de la Revolución Islámica de 1979.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Nasser Kanaani, también publicó un mensaje en la plataforma de redes sociales X el domingo, lamentando el derrocamiento del gobierno de Mosaddegh gracias al apoyo político, de seguridad y militar de Estados Unidos y el Reino Unido.
Dijo que la desgracia quedará para siempre en el historial de los regímenes estadounidense y británico.
