La reducción del consumo energético es uno de los grandes desafíos de los hogares españoles. Esta práctica es importante por dos sencillas razones: el aumento del coste de la electricidad y la preocupación por el medioambiente. No obstante, en un mundo cada vez más digital resulta todavía más difícil conseguirlo.
En este aspecto, es importante tener en cuenta los electrodomésticos que tienen un consumo en espera, popularmente conocido como consumo vampírico. Este fenómeno se produce en los dispositivos que están en modo de espera, a pesar de estar apagados, y conectados a la red eléctrica.
El consumo de energía de estos dispositivos apagados es bajo, pero al permanecer conectados durante largos periodos de tiempo, puede representar hasta un 10% o 20% de la factura de suministros.
En este sentido, el televisor es uno de los electrodomésticos que más consume en modo de espera. Los televisores inteligentes han sido diseñados para estar siempre listos, manteniendo funciones activas que requieren electricidad, aunque estén apagados.
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De esta forma, se mantienen conectados a internet e incluso, se actualizan de manera automática. En modo de espera, una Smart TV puede consumir entre el 2,25% y el 5% de la energía que usarían encendidos.
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