Si usted vio la última ceremonia de entrega de los Oscar, seguro que recuerda la aparición en pantalla de John Cena. A mitad de gala, para presentar la entrega de la estatuilla al mejor diseño de vestuario, el tipo apareció sobre el escenario aparentemente desnudo, y ataviado tan solo con unas sandalias Birkenstock. Lucía el mismo físico aceitoso y absolutamente gigantesco que acostumbra a exhibir sobre el ring, en los espectáculos de lucha libre que protagoniza desde hace dos décadas. Mientras encadenaba un par de frases ingeniosas, fingió eficazmente sentirse humillado por la situación pese a que él tenía mejor aspecto en pelotas que la mayoría de asistentes vestidos. Dwayne ‘The Rock’ Johnson, también presentador de un premio durante la noche -el correspondiente a la Mejor Película Internacional-, ocupó el escenario algunos minutos después para decir alguna vaguedad sobre el poder del cine como lenguaje global de la que, por supuesto, ni usted ni nadie se acuerdan.
Desde que Hulk Hogan intentó emprender carrera como actor a bordo de películas como ‘Gremlins 2’ (1990), en Hollywood se han mostrado dispuestos a proporcionar el estrellato cinematográfico a luchadores de ‘wrestling’, pero con restricciones: solo uno de ellos puede ostentarlo en un momento dado, y el momento presente parece ser el de Cena. Durante muchos años Johnson alcanzó y mantuvo un éxito espectacular gracias a, por ejemplo, varias películas de la saga ‘Fast & Furious’, tanto éxito que hasta llegó a plantearse la posibilidad de presentarse como candidato a la presidencia de Estados Unidos. Sin embargo, recientemente su figura parece haber perdido cierto brillo a causa de la participación en películas terribles, fracasos de taquilla y rumores que lo acusan de ser una presencia tóxica en los rodajes.
Inolvidable Kenmaid en ‘Barbie’
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En cambio Cena, como quien dice, acaba de llegar, y aún no ha sido dañado por los peligros derivados de la sobreexposición ni por un exceso de expectativas puestas sobre él. El año pasado apareció en nada menos que seis películas, entre ellas ‘Barbie’, en la que dio vida al inolvidable hombre-sirena Kenmaid. Y esta semana está de estreno por partida doble: por un lado, es el coprotagonista de ‘Jackpot!’, comedia dirigida por Paul Feig -en su día responsable de ‘La boda de mi mejor amiga’ (2011)- que acaba de estrenar Amazon Prime, y que transcurre en un futuro en el que cualquiera puede conseguir el premio gordo de la lotería si asesina a su legítimo ganador; por el otro, tiene un hilarante papel invitado en la tercera temporada de una de las series de moda, ‘The Bear’, ya disponible en Disney Plus.
Lo que más llama la atención de Cena es que sus registros actorales no están supeditados a su volumen corporal. Si Johnson buscó su sitio en el territorio de la comedia antes de afianzarse como héroe del cine de acción gracias a títulos como ‘San Andreas’ (2015) y ‘El rascacielos’ (2018), él siguió una trayectoria inversa: primero fracasó en su intento de incorporarse al plantel de tipos duros de Hollywood a través de ‘actioners’ como ‘Persecución extrema’ (2006) y ‘12 trampas’ (2009) -¿alguien se acuerda de ellas? ¿Nadie?-, antes de revelarse como un intérprete de inapelable vis cómica a través de su trabajo en películas como ‘Y de repente tú’ (2015), ‘#SexPact’ (2018) y, sobre todo, la sátira del cine de superhéroes ‘El escuadrón suicida’ (2021), dirigida por James Gunn; en ella interpretó tan bien a un justiciero hiperviolento y fascista llamado Peacemaker que volvió a tener la oportunidad de hacerlo al frente de la serie ‘El Pacificador’, cuya segunda temporada se encuentra en fase de preproducción.
Dominio del ritmo cómico
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Su eficacia en el manejo del humor se fundamenta en un evidente dominio del ritmo cómico y, sobre todo, en su total disponibilidad a la hora de arrojarse de cabeza al centro de situaciones embarazosas: en una escena de la reciente ‘Ricky Stanicky’ (2024), Cena aparece lamiendo whisky de un suelo mugriento disfrazado de Britney Spears. Hay que verlo para creerlo.
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Pese a su ascendente trayectoria cinematográfica, Cena aún no ha dejado el ‘wrestling’; tiene previsto hacerlo en 2025, con 48 años y casi 3.000 combates a sus espaldas. Cuando lo haga, eso sí, tendrá que seguir peleando. Porque Hollywood ha abierto la puerta a otro viejo campeón de la lucha libre, Dave Bautista, que hasta la fecha ya ha ejercido de justiciero en el Universo Marvel, villano en la saga ‘Dune’ y replicante en ‘Blade Runner 2049’. Y de los dos, decimos, solo puede quedar uno.
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