Pese a la llegada de jugadores como Nikola Kalinic y Jan Vesely en 2022, uno de los problemas del Barça de las últimas temporadas ha sido de carácter físico. En las antípodas del Madrid y del AS Monaco en este apartado, la mejor prueba de ello son los problemas que han tenido los azulgranas con un equipo flojo de talento pero muy físico como el ASVEL Lyon-Villeurbanne.
Joan Peñarroya tenía muy claro cómo había que reforzar el equipo este verano y su posición se ha tenido en cuenta a la hora de realizar el enésimo lavado de cara a la plantilla con la incorporación de cinco jugadores que deben ayudar en este aumento de la intensidad.
La ‘pintura’
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La pasada campaña el equipo sucumbió contra rivales que destacaban por su potencia interior. Vesely hizo una excelente campaña para llegar un poco fundido al final, Willy Hernangómez solo respondió en parte en ataque y James Nnaji fue un cero a la izquierda para Roger Grimau.
El nigeriano jugará cedido en Girona y Oscar da Silva ha fichado por el Bayern, por lo que el club con Juan Carlos Navarro a la cabeza se ha terminado moviendo bastante bien. El fichaje del ‘gigante’ galo exbaskonista Youssoupha Fall (2,21 m) después de tres temporadas en el ASVEL y del estadounidense nacionalizado nigeriano Chimezie Metu (2,08 metros) procedente de los Pistons deben dar empaque a la zona. Junto a ellos, Willy y Vesely de ‘cinco’ y dos ‘tres-cuatro’ como Jabari Parker y Joel Parra.
En principio, la lógica indica que los dos interiores titulares serían el estadounidense de ala-pívot y el checo de ‘cinco’, aunque si resulta el californiano Metu se abrirían más combinaciones con la posibilidad de contar con Parker de tres. ¿Y si Willy juega junto a Fall? En cualquier caso, ahí sobre el papel parece un Barça más fuerte y más versátil.
Anderson, el ‘chico malo’
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En el apartado exterior también ha habido novedades en un verano en el que se han reforzado todas las posiciones. Habrá que darle tiempo a Peñarroya, que algunos suelen tener mucha prisa.
La baja más notable en el apartado físico es la de un Kalinic que echó a perder los últimos meses su buen trabajo anterior como hizo dos años atrás Brandon Davies. Junto al serbio, también han dejado el equipo el lituano Rokas Jokubaitis con sensación de estancamiento (Maccabi) y un Ricky Rubio que desmintió su fichaje por la Penya y sigue libre.
Aquí el nombre propio por excelencia es Justin Anderson, un dos-tres que brilla por su intensidad defensiva y por su vehemencia que el curso pasado en Valencia mejoró mucho desde el triple con un 39,3% tras llegar a finales de diciembre procedente del Río Breogán.
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Juan Núñez es la apuesta en el base pese a la amenaza de los Spurs y el gran fichaje del verano es Kevin Punter. Tras no conseguirlo el verano pasado, Navarro volvió a la carga y logró arrebatar el estadounidense del Partizan. Anotador compulsivo, su intensidad la permite ser intenso en defensa y en el robo. Y si no, recuerden la agresión de Sergio Llull hace dos cursos.
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