A lo largo de las últimas décadas la tecnología ha permitido toda clase de avances en el campo de la medicina. Uno de los más interesantes y recientes es el desarrollo de las “vendas inteligentes”, que se están comenzando a utilizar en Estados Unidos. Esta combinación de un elemento tradicional de la medicina con la tecnología actual ha llevado a mejoras en varias áreas, como el tratamiento de heridas.
Y es que, este nuevo tipo de vendajes inteligentes también están equipados con sensores que monitorean el estado de la herida en tiempo real. Esta información puede ser enviada de manera inalámbrica a los médicos, permitiendo un seguimiento constante del proceso de curación sin la necesidad de que el paciente acuda frecuentemente al hospital. De esta forma un elemento pasivo de la medicina se terminaría convirtiendo en un aliado crucial de los médicos.
Aunque por el momento solo se han probado en animales, los resultados han sido prometedores, y los investigadores creen que en el futuro podrían implementarse en humanos, revolucionando así el tratamiento de heridas.
A pesar de los avances, Geoffrey Gurtner, uno de los líderes del proyecto ha señalado que las técnicas empleadas siguen siendo anticuadas: “Practicamos una medicina medieval en el cuidado de heridas. Se utilizan muchas cataplasmas y ungüentos. No ha habido mucha innovación”.
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Dicho esto, es innegable que este avance podría ayudar a avanzar el campo del tratamiento de heridas. “Podría haber centros sanitarios que supervisaran estos dispositivos y se pusieran en contacto con los pacientes cuando hubiera un problema potencial y les aconsejaran sobre los pasos a seguir”, señalaba William Tettelbach, especialista en cuidado de heridas y presidente de la Asociación Profesional Estadounidense de Cuidado de Heridas.
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