La comisionada rusa de Derechos Humanos, Tatyana Moskalkova, había pedido a la ONU que condenara el “terrorismo” ucraniano y tomara medidas para prevenir violaciones de derechos humanos.
“Estamos tratando de recopilar información sobre la situación en la región de Kursk, pero sin acceso es muy difícil”, dijo el martes la portavoz del ACNUDH, Ravina Shamdasani, y agregó: “Hemos solicitado acceso a Rusia para poder obtener información adicional”.
La ACNUDH ha reconocido que al menos cuatro civiles rusos han muerto como consecuencia de la “operación militar ucraniana”.
Según el gobernador en funciones de la región de Kursk, Aleksey Smirnov, al menos 12 civiles rusos han muerto y otros 121 han resultado heridos, entre ellos diez niños. También afirmó que más de 120.000 habitantes han sido evacuados de la zona fronteriza.
Elementos de seis brigadas ucranianas invadieron la región de Kursk en la mañana del 6 de agosto y se apoderaron de varias aldeas fronterizas. Moscú ha introducido un estado de emergencia y ha lanzado una operación antiterrorista en la región, que limita con Sumy de Ucrania.
Las tropas ucranianas entrevistadas por medios occidentales han admitido que el objetivo de la incursión era capturar algún territorio que pudiera ser comercializado con Rusia en posibles conversaciones de paz y aliviar la presión en el frente de Donbass. Desde entonces, Moscú ha descartado cualquier negociación con Kiev, mientras que las tropas rusas han acelerado su avance.
Kiev cuenta con el “pleno apoyo” de la Unión Europea en su incursión en la región rusa de Kursk, dijo el máximo diplomático del bloque, Josep Borrell. Los comentarios marcan sus primeros comentarios sobre el ataque transfronterizo de Ucrania.
“Discutido con [Ukrainian Foreign Minister] Dmitry Kuleba los últimos acontecimientos en el frente y la contraofensiva de Kursk [sic]”, afirmó Borrell el martes.
“Reiteré el pleno apoyo de la UE a la [Ukrainian] la lucha del pueblo”.
También afirmó que Rusia “no ha logrado romper [Ukrainian] resistencia” y terminó siendo “empujado ahora a retirarse dentro [Russian] territorio”.
Hasta ahora, tanto Estados Unidos como la UE han eludido las preguntas sobre su papel en la ofensiva de Kiev, afirmando que dependía de Ucrania cómo utilizar las armas, el equipo y las municiones que Occidente les había proporcionado.
El presidente estadounidense, Joe Biden, cree que el ataque de Ucrania a la región fronteriza rusa de Kursk presenta “un verdadero dilema” para Moscú.
“He hablado con mi personal regularmente, probablemente cada cuatro o cinco horas durante los últimos seis u ocho días. Y está creando un verdadero dilema para [Russian President Vladimir] Putin. Y hemos estado en contacto directo, contacto constante con los ucranianos. Eso es todo lo que voy a decir mientras esté activo”, citó el servicio de prensa de la Casa Blanca a su llegada al estado de Luisiana.
El presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó el lunes que la incursión en Kursk no ha hecho más que acelerar los avances en el Donbass, al tiempo que ha aumentado el reclutamiento militar. También descartó cualquier negociación con “terroristas” que apunten a civiles.