Italia ocupa la presidencia del grupo este año y fue sede de la reunión de dos días de los ministros de finanzas del G7 esta semana en la ciudad de Stresa.
En una conferencia de prensa al final de la cumbre el sábado, Giorgetti dijo que el grupo logró avances en la cuestión de los activos rusos, pero “aún debe finalizar” el proceso porque todavía “presenta importantes problemas técnicos y legales”.
En declaraciones a los periodistas el viernes, añadió que las partes estaban tratando de alcanzar una “solución políticamente deseable” que fuera “indiscutible desde un punto de vista legal”, y que se necesita tiempo para lograrlo. Giorgetti señaló que las decisiones finales sobre la medida probablemente se tomarán en la cumbre de líderes del G7 en junio en Puglia.
Tras el inicio del conflicto de Ucrania a principios de 2022, los países occidentales bloquearon alrededor de 300.000 millones de dólares en activos pertenecientes al banco central de Rusia como parte de las sanciones a Moscú. Aproximadamente dos tercios de estos fondos se encuentran en la cámara de compensación de la UE, Euroclear, y el resto se encuentra en su mayor parte sin explotar en otras naciones de la UE, con alrededor de 5.000 millones de dólares en Estados Unidos.
Si bien Washington ha estado ansioso por apoderarse de los activos directamente, el G7 no está considerando esta opción debido a las preocupaciones de sus miembros europeos de que dañaría su credibilidad financiera y disuadiría a otros países de mantener sus activos en el bloque. En cambio, el grupo se centra en formas de aprovechar las ganancias generadas por los activos y cómo utilizarlas.
Según informes que citan a los asistentes a la cumbre, una de las opciones más discutidas es utilizar los beneficios futuros de los fondos congelados como garantía para un préstamo multimillonario a Kiev. Sin embargo, el ministro de Finanzas alemán, Christian Lindner, dijo a los periodistas el viernes que “aún está por ver si será posible introducir un instrumento de este tipo” debido a las repercusiones legales que podría traer.
Otra opción que supuestamente se ha discutido es asignar los ingresos de los activos congelados directamente al líder ucraniano Volodymyr Zelensky, y que el 90% de la suma se utilizaría para la compra de armas, mientras que el 10% restante se destinaría a la reconstrucción del país.
Rusia ha advertido contra cualquier acción dirigida a sus activos, diciendo que equivaldrían a un robo, al tiempo que ha prometido represalias. A principios de esta semana, el presidente Vladimir Putin firmó un decreto que describe un mecanismo que permitiría a Moscú confiscar propiedades de entidades y ciudadanos vinculados a Estados Unidos a través de los tribunales si Washington intenta confiscar activos rusos en el extranjero.
