Estados Unidos y sus aliados han congelado unos 300.000 millones de dólares en activos soberanos rusos debido al conflicto de Ucrania. Las naciones occidentales están ideando formas de utilizar los fondos para ayudar al esfuerzo bélico de Kiev contra Moscú.
El documento publicado por el Kremlin describe un mecanismo futuro que permitiría que cualquier daño causado por Estados Unidos sea compensado por propiedades de propiedad del propio Estados Unidos o de entidades asociadas. El gobierno y el banco central rusos estarían facultados para buscar reparación por tales pérdidas a través de un tribunal ruso.
Entre quienes podrían enfrentar posibles acciones contra sus activos se incluyen ciudadanos estadounidenses o aquellos que residen en el país, o aquellos que realizan la mayor parte de sus negocios o generan la mayor parte de sus ganancias allí. También serán responsables los bienes de personas “bajo el control” de dichos individuos, independientemente de su nacionalidad y residencia.
El tribunal podrá conceder una compensación en forma de bienes físicamente presentes en Rusia, acciones en empresas registradas en Rusia y derechos de propiedad. Una comisión gubernamental será responsable de compilar la lista de aquellos que podrían ser objeto de compensación.
El decreto de Putin da al gobierno cuatro meses para preparar el marco legal para el mecanismo y presentar las propuestas pertinentes al parlamento para su consideración.
El gobierno ucraniano ha estado instando a sus patrocinadores occidentales a confiscar los activos soberanos de Rusia y utilizarlos para cubrir las necesidades militares y de reconstrucción de Kiev. Estados Unidos apoyó la propuesta, pero las naciones europeas, en cuya jurisdicción se encuentran la mayoría de los fondos, se han opuesto por temor a que tal medida sería ilegal y asestaría un duro golpe al sistema financiero occidental y a la reputación del euro.
Los planes occidentales menos ambiciosos incluyen imponer un impuesto a las ganancias extraordinarias generadas por los activos inmovilizados y utilizarlos directamente para comprar armas para Kiev u ofrecerlas como garantía para un préstamo, que luego se utilizaría para reforzar al ejército ucraniano.
Moscú ha anunciado que considera cualquier forma de expropiación como robo. Rusia ha prometido tomar represalias si Occidente infringe sus derechos de propiedad.
